Obtener los servicios profesionales de un buen abogado resulta crucial para la proyección, el lanzamiento o la gestión de todo emprendimiento saludable. Cómo elegir el mejor abogado, prepararse para una entrevista, relacionarse y acordar honorarios.
Algunas breves sugerencias.
Si recibió una citación pre judicial o judicial, ya es muy tarde. Muchos emprendedores optan por evitar al consejero jurídico hasta que llega la cédula de citación. Grave error. A partir de allí, sólo es cuestión de averiguar cuánto deberá pagar para resolver el problema.
Convengamos que a nadie le gusta pagar honorarios legales, pero la inversión para mantenerlo lejos del conflicto es sólo una pequeña fracción del costo que significa sacarlo de los Tribunales.
Ya sea que se trate de una gran empresa legal o de un pequeño grupo de abogados, la elección debe priorizar la inmediatez del trato entre el profesional y el cliente. El gran estudio jurídico ofrece la ventaja de reunir una amplia variedad de especialidades en un mismo lugar, aunque suele demandar un mayor esfuerzo económico para el cliente. El abogado independiente, y los pequeños estudios jurídicos, suelen ser más accesibles y recurren a especialistas cuando resulta necesario. Pero en ambos casos, lo más importante es conocer al profesional que se ocupará de la dirección sus asuntos, su abogado de “cabecera”.
Especialidades o generalidades.
Cada emprendimiento demandará habilidades profesionales específicas, determinadas por la actividad (industrial, comercial, de servicios, sin fines de lucro), el mercado en el que se desarrolla (provincial, nacional, regional, internacional) y otras muchas variables. El asesor recomendable, es la persona que reúna experiencia en los siguientes campos:
- Para brindar asesoramiento en materia de organización, instrumentación y los aspectos específicos del emprendimiento.
- Es imprescindible que su abogado entienda su negocio y le ayude a preparar los contratos y formularios que utilizará con clientes, proveedores y asociados. También deberá asistirlo en la revisión de las propuestas de contratos que le propongan suscribir.
- Organización de la empresa. Para asistirlo en el proyecto, la ejecución y el control de los aspectos de organización y asociativos, recomendando la estructura apropiada.
- Impuestos, habilitaciones y licencias. La opinión legal acerca del modo, tiempo y forma del cumplimiento de los requerimientos fiscales e impositivos anticipan y evitan trastornos y costos.
- Propiedad intelectual y derecho de las TIC [i] . Preservar la propiedad intelectual de las creaciones, las designaciones, marcas y patentes, cuando resulta necesario. En la actualidad resulta insoslayable la presencia en la red y con ello los nuevos desafíos en la contratación electrónica, el uso de la firma digital y los recursos del comercio electrónico, contratos, medios de pago u otros.
- Derecho del usuario y consumidor. Medios alternativos de resolución de conflictos judiciales. La proliferación de los servicios de asistencia y defensa de los derechos de los consumidores, así como la variedad de mecanismos de abordaje de los conflictos, demandan grandes esfuerzos que no siempre están suficientemente contemplados en el diseño y la gestión del emprendimiento.
- Relaciones laborales. La contratación, vigencia y terminación del vínculo del trabajo en relación de dependencia es posiblemente la fuente más importante de los costos ocultos de cualquier emprendimiento. La prevención del conflicto es indispensable.
- Debe contar con experiencia en la jurisdicción en la que se desarrolle principalmente el objeto del emprendimiento, con actuación en los distintos niveles jurisdiccionales.
Algunas preguntas que puede hacerle al asesor legal que intente contratar:
¿Tiene experiencia en temas relacionados con mi actividad?
¿Asesoró a otros emprendimientos similares?
¿Conoce especialistas en materias vinculadas con mi actividad?
¿Tiene paciencia y disposición para enseñarle a Usted y a sus colaboradores las vicisitudes legales del emprendimiento?
¿Qué medios de comunicación utiliza?
El costo de los honorarios.
Es importante conocer los distintos métodos de facturación y cobro de los honorarios del profesional del derecho. El tipo de requerimiento determinará la mejor opción en cada caso.
Tarifa fija periódica. Es muy importante definir, con la mayor precisión posible, las incumbencias y competencias que serán remuneradas mediante un honorario horario, diario o mensual.
Tarifa fija por única vez. Usualmente apropiada para requerimientos específicos, en materia de elaboración o revisión de contratos, gestiones administrativos, tramitación de procedimientos judiciales voluntarios, o representación y asistencia legal en situaciones excepcionales.
Convenio de honorarios y pacto de cuota litis. Aunque habitualmente son confundidos ambos términos como sinónimos, existen importantes diferencias. El convenio es un acuerdo respecto del monto y la forma de pago de los honorarios relacionados con determinada gestión judicial o extrajudicial, en la que el profesional no asume riesgo alguno en cuanto al cobro de los mismos. El pacto de cuota litis, también conocido como honorario contingente, se refiere a la determinación de un porcentaje que remunerará al profesional dependiendo del resultado de la gestión.
Monto de los honorarios. Los aranceles profesionales están regulados por normas específicas en cada jurisdicción provincial y nacional. Sin embargo, dichas normas son indicativas de valores mínimos y topes de acuerdo al desempeño profesional y las tareas desempeñadas. Conviene solicitar la explicación de los importes que proponga el profesional en la contratación.
Como tratar con su abogado.
Superadas las dudas y aclarados los términos de la relación que establecerá con el asesor legal de su elección, tenga presente estos Consejos:
- Prepárese siempre para su entrevista con el abogado. Reúna los documentos y la información que necesite o disponga para tratar el tema de consulta. Si puede, anticipe el material para un previo análisis, evitando la necesidad de la lectura durante la reunión.
- Haga una lista de sus inquietudes, manteniéndose enfocado en el tema de la reunión. Si usted se dispersa, crecerá la confusión y luego tendrá que llamar cien veces a su abogado.
- Manténgase en contacto con su abogado, con una frecuencia razonable. Ni diez llamados o mensajes electrónicos diarios acelerarán los procedimientos ni la espera eternamente silenciosa garantizará ningún resultado.
- No litigue con su asesor legal. Está bien preguntar hasta obtener una respuesta satisfactoria y razonablemente fundada. No importa cuántos conocimientos crea Usted tener del derecho, no es prudente intentar educar jurídicamente a su asesor, quién además está entrenado para la disputa.
- Sea confidente con su asesor. Cualquier información, intención o decisión que no se exprese oportunamente puede incrementar o causar nuevos conflictos y traducirse en mayores costos.
- Negocie pero no especule. Cuando haya logrado un acuerdo razonable de honorarios no intente revisarlo o eludirlo. Si su abogado obtuvo un buen resultado a su favor, bien podrá lograr otro en su contra cuando resulte ser una de las partes en el conflicto.
En la República Argentina se suceden constantes e importantes reformas legislativas y novedades judiciales. Sumado a ello, la evolución tecnológica en materia de información y comunicación demandan permanentes actualizaciones y revisiones de las estructuras legales de la mayoría de los emprendimientos civiles y comerciales.
Entonces, este es un excelente momento para pensar en la elección de un abogado.
[i] TIC: Tecnologías de Información y Comunicación.